jueves, 5 de enero de 2012

HOMILIA: EL AMOR A LOS HERMANOS Y EL SEGUIMIENTO A CRISTO.



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Homilía del  5 de enero 2012.
El amor a los hermanos y el seguimiento a Cristo

Sígueme es la palabra que Jesús le dirige a Felipe, palabra llena de significado para todo aquel que busca algo o espera algo más profundo. Tal como dice la escritura Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe era hombre de fe, creyente y tuvo que haberle sonado a fiesta aquellas palabras del Mesías, pero no quiso guardárselas para sí, él debía compartir su experiencia con Natanael: “Hemos encontrado a  aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los Profetas lo hemos encontrado: a Jesús, hijo de José, de Nazaret”  Lc. 1, 45. Pero Natanael no creía  al principio, no estaba tan lleno de esperanzas como Felipe - exclamó  Natanael: ¿De Nazaret puede salir algo bueno?[1] - Felipe en cambio insiste en su nuevo descubrimiento y le dice a Natanael: ven y lo verás[2]. Fue entonces necesaria la presencia de Jesús. Ya la inquietud estaba sembrada en el corazón de Natanael, ahora faltaba el bombazo de fe, el convencimiento de que aquello que se le decía era correcto y verdadero. Y es donde Jesús sale al encuentro y se acerca a Natanael y hablan ambos un rato…Natanael llega al convencimiento de que aquel hombre le conocía, pero no entendía como, pues nunca se habían tratado antes, pero Jesús disipando todas las dudas le dice: “Antes de que Felipe te llamara, te vi yo, cuando estabas debajo de la higuera”[3] Estas fueron las palabras que bastaron para conquistar el corazón y la mente de aquel auténtico israelita en quien Jesús no encontró doblez alguna[4].

Ciertamente era Natanael un buen hombre pero no estaba del todo convencido del Mesías y que este fuera de un pueblo tan ruin, pobre y desdichado como Nazaret.  Creo que Natanael se esperaba la llegada del Mesías como algo distinto, es decir, maravilloso. Jesús le recuerda a Natanael que solo por haberle dicho que ya le conocía y que lo había visto debajo de la higuera cree. Pero Jesús quiere ir aúna más lejos: “¡Verás cosas más grandes que esa! Y siguió diciendo: les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre”[5]. Con estas palabras Jesús le recuerda a Natanael que seguirle es una aventura hacia lo eterno, a lo desconocido, hacia una fe segura, puesta solo en Jesús, es un camino a lo maravilloso, que no es tanto tener pruebas o milagros para creer, sino de creer con el corazón de que en verdad Jesús es el Mesías enviado por Dios para la salvación de la humanidad. 

Pero… ¿No nos pasa a veces como a Natanael, que queremos estar convencidos de que Jesús en verdad actúa en nuestra vida? Queremos creer, pero nos cuesta aceptar que Jesús actúe en hechos y acontecimientos tan poco asombrosos o magníficos, al contario vemos que Jesús busca lo simple, lo ordinario y lo sencillo para manifestarse. Muchas veces somos buenos cristianos y cumplidores, sin dobles alguna como Natanael y eso está muy bien. Pero tenemos a veces el corazón muy enfriado, como desencantado con Jesús, poco convencidos de que sea mi salvador y aunque me anuncien su palabra en la Misa, o lo escucho en las homilías una y otra vez, no me convenzo de aquella buena noticia: de un Dios con nosotros. Incluso nuestros amigos nos hablan de él con su vida, su testimonio, su fe, su alegría y nosotros nada que aceptamos al Mesías. A veces en cambio somos como Felipe, alegres y con buena chispa, dispuestos a llevar la buena nueva a los demás, a nuestros amigos y aunque a veces no nos crean en lo que decimos sabemos que vamos en la vereda de la verdad, sabemos que hemos descubierto algo maravilloso y nuestros labios no pueden callar, es preciso gritarlo, anunciarlo.

manos.jpgPero  bajo estas dos actitudes del evangelio de hoy Dios nos invita a abrir el corazón, si buscamos a Dios como Felipe Dios ponto vendrá y si nos cuesta creer como Natanael…nunca olvides que Dios no descansará hasta encontrarte. En ambos casos estamos perdidos, en el buen sentido de la palabra...Pues aunque unos acepten más rápido, mayor es la responsabilidad de ayudar a otros y si somos los lentos pues debeos saber que Dios moverá el cielo y la tierra para llamar tu atención. Tú elijes si lo quieres aceptar en tu corazón, pero no olvides que Dios nos ama con locura, que envió a su hijo para salvarnos.  Hermanos y hermanas hoy se nos recuerda amar a nuestros hermanos, al prójimo, tal como lo hizo Cristo: “en esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos  dar nuestras vidas por los hermanos”[6]
 
Por lo tanto, amar al prójimo es también ayudarles a encontrar su camino, es levantarlos de la oscuridad, es ayudarlos a sanar. Si hemos conocido el amor de Cristo, podemos entender lo que es amar al prójimo, al más cercano, sin importar si es gruñón, grosero, poco amable, si es mi enemigo, si es mi vecino que fastidia, o mi compañero de trabajo que se cree el mejor,  ect…en fin las excusas pueden ser muchas pero si tus labios dicen amo a Dios, pero dentro de tu corazón solo unos cuantos tienen el privilegio de ser tus hermanos o amigos, ¿cómo esperas ser todo de Dios, si Dios está en todos los hermanos? Animo que Dios te dé alas de águila y enviará su espíritu para ayudarte.
Sea por siempre bendito y alabado nuestro Señor.  Amén.

P. ALEXANDERC CASTILLO. CP.
Sacerdote pasionista.



[1] CF. Lc 1, 46.
[2] Ibíd.
[3] Cf. LC 1, 48.
[4] Cf. Lc 1, 47.
[5] Cf. Lc. 1, 50 -51.
[6] Cf. 1 Jn 3, 16.

1 comentario:

  1. DURANTE ESTE AÑO 2012 COMPARTIRÉ CON USTEDES LAS REFLEXIONES Y COMENTARIO QUE HAGA CON RESPECTO A LAS LECTURAS BIBLICAS DE CADA TIEMPO LITURGICO. ESPERO SEA DE BENDICION PARA USTEDES. DIOS ME LOS BENDIGA.

    P. ALEXANDER CASTILLO. C.P.

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